A través de este curso los profesionales han podido consolidar los fundamentos y principios del ejercicio como estrategia de prevención y terapia para diferentes patologías.  

El ejercicio terapéutico adapta las necesidades individuales de cada persona a partir de la evaluación de su condición física, sus limitaciones y objetivos. De esta manera se busca prevenir y recuperar fuerza, resistencia, flexibilidad, coordinación o equilibrio. Todos ellos, aspectos necesarios para lograr una mayor funcionalidad y beneficios metabólicos y psicológicos.

Una evaluación inicial del paciente, una planificación individualizada de las cargas de trabajo y los criterios de progresión, una reevaluación periódica de los resultados y materiales diversos y adaptados a la situación del paciente son las herramientas necesarias para que los profesionales prescriban estos programas orientados a la recuperación funcional del paciente.

Este tratamiento terapéutico se utiliza para mejorar la capacidad funcional de una persona después de una lesión, enfermedad o discapacidad. Se trata de ayudar a las personas a recuperar o mejorar sus habilidades físicas, cognitivas y emocionales, para que puedan participar de manera efectiva en las actividades diarias y volver a una vida activa e independiente.